9.

He usado un laxante, como me ha pedido, y me he limpiado bien. Las instrucciones han quedado claras: limpiarme, ducharme, ponerme guapa y acudir. Enviar un mensaje cuando esté en la calle, de camino. Y, tras llamar y subir al piso, me abre, desnudo, y me huele.

- Chica limpia. Así me gusta, sólo mía.

Me besa en los labios, y se baja a mi sexo, mirando el vestido, y metiendo las manos por debajo. Me quita las bragas.

- Al sofá.

Me siento.

- De rodillas y mirando al cabezal. 

Llevo el vestido, pero lo hago. Y le noto. Me lame. Me besa. Me tira el aliento, me besa, me lame, juega con su boca por mis partes, no sólo en unos sino en dos sitios. Ay Dios, me excita de placer, me mojo, me corto avisándole...

- ¿Te gusta?

- Por supuesto. 

Y mete dedos, uno, dos, tres, por delante, por detrás, me inspecciona, me humedece, hace lo que quiere mientras me excita, me pone tan... Ay, no puede parar...Esto es puro placer... Tengo dos orgasmos más. Sé que me mira. Me siento y...

- No, no. Otra vez, apoya los brazos, pero hoy estoy es mío.

Y sigue con besos, lametones, chupadas, juegos bucales y algunos dedos jugando en mis partes... No puede ser, es puro placer... No mete ni noto su miembro, pero, no para. Ahora sí.

- Espera. Te ato.

Y me ata boca abajo, con el vestido, y sigue... Dos orgasmos más, y ya estoy pensando en el siguiente, un goce absoluto, un hombre que sólo me da...

- Ya. Ahora, ya es hora que te marches. Sin baño ni aseo..

Obedezco. Nos despedimos. Llegó a casa, medio despeinada, sudada, algo húmeda, sin bragas...pero, realmente, alucinada de placer...

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